La Tierra sigue girando, pero nada es lo mismo.
Porque te conocí en ese mes de calor teñido
e hice planes para el infinito.
Derrumbaste mi alma con una mirada
pero tuve que soportar tu silencio desconocido.
El Sol sigue girando alrededor de la galaxia,
pero ya nada es lo mismo.
Yo te hablaba con la mirada
y tú me ignorabas abriendo un abismo.
Me sentía arrastrado por una corriente de fuego
mientras andaba por senderos eternos
y contemplaba la Luna de plata
y las brillantes estrellas sempiternas
mientras me devoraba tu luz escarlata.
Pero nada cambiaba el silencio.
Y todo era diferente en mi sueño eterno
sorprendido por un amor desconocido
que no quería ni deseaba ser correspondido.
Pero llegúe al extremo del desierto del olvido
y decidí tocarte con mis palabras,
sabiendo que nunca lo habías merecido.
Y con tu dedo borraste mi nombre escrito con lápiz.
Y todo siguió girando en un vacío sostenido.