Os voy a hablar muy brevemente de una hija de puta bellísima persona. Se llama Mary-Sun (o algo así) y es (o era) funcionaria en un organismo público. Con una profunda voz de camionero, cortesía los paquetes de Ducados que se metía entre pecho y espalda cada día, y con sus faltas de respeto constantes, Mary-Sun sólo podía definirse como una vieja -apunto de jubilarse en el momento de los hechos-, fea y desagradable. Y lo digo tanto como persona como físicamente.
Mary-Sun trabajaba poco: excesivamente poco. Entre su horario de funcionario (de 8 a 15h), sus largos desayunos, paseos matutinos y salidas antes de hora, Mary-Sun podía rendir 2 ó 3 horas diarias a lo sumo. Aunque siendo justos eso no era culpa sólo de Mary-Sun, sino también de un extraño statu quo laboral que le permíta tales licencias.
Pero ahora voy a hablaros de mi relación nuestra amiga: en mi trabajo tenía que tratar mucho con ella. Mary-Sun era la responsable de facturar lo que yo gestionaba con gran esfuerzo, y para mi empresa yo era el máximo responsable de esa facturación. Así que tenía que lidiar mucho con ella. Pero había un problema… Mary-Sun no sólo facturaba tarde (muy tarde), sino que además se equivocaba mucho (muchísimo). Y eso hacía que tuviera que reclamarle que hiciera de nuevo su trabajo…. y eso la enfadaba MUCHO (muchísimo). Claro, a veces yo también me equivocaba; se pueden contar con los dedos de la mano las veces que YO me equivocaba en un año… y cuando lo hacía era por el enorme caos que tenía Mary-Sun. Pero eso también implicaba trabajo extra para Mary-Sun, y eso para ella era DEMASIADO. Me convertí en su mayor enemigo.
Mary-Sun hablaba mal, muy mal, de mi a todo el mundo: a mis jefes, a sus jefes, a mis compañeros, a sus compañeros, a proveedores y a todo aquel que pasará por allí. A pesar de mi exquisita educación y cortesía con ella me había convertido en su enemigo número uno, y es que Mary-Sun podía aguantar muchas cosas pero que la pusieran a trabajar no era una de ellas.
Al final Mary-Sun lo consiguió: me despidieron. Perdí mi trabajo por culpa de una vieja funcionaria a punto de jubilarse que no quería que yo le diera trabajo extra.
Gracias Mary-Sun. Solo espero que los Ducados terminen su trabajo rápido.